lunes, 6 de mayo de 2013

"Las desgracias vienen de tres en tres."

La verdad nunca había pensado mucho en ésta frase. En parte porque no me han pasado cosas tan malas y en parte porque siempre he sido una persona positiva.
Hoy les puedo decir que éste viejo refrán no está lejos de la realidad.

  1. Mi supuesto estado de depresión, causa de una desilusión amorosa. No es muy factible que sea cierto puesto que a su edad todo parece una tragedia. Resuelvo que se le pasará en tres meses máximo (Cito a mi psicólogo, hace 7 meses)
  2. Unos _______ (no pienso poner malas palabras aquí) nos robaron los espejos de los dos coches. Ésto, por si no lo saben, es muy caro de reparar. Y no estamos tan bien de dinero...
  3. Léan lo siguiente:

Hoy tuve mucho tiempo para pensar en le hermosa frase del título mientras esperaba que mi mamá me llamara. Les cuento que hoy ella se sintió muy mal por la mañana y tuvo que ir a hacerse un ultrasonido. No me dejó ir con ella, creo que porque me preocupo mucho a veces. 
Pues bien, ella fue a hacerse su estudio como a las tres de la tarde. Pero claro, estamos en México, y aquí te hacen todo largo, cansado y hartante. Me llamó como a las seis para decirme que apenas iba ya a entrar bien a hacerse el ultrasonido. Yo pensé que nada grave iba a salir de eso, pero como siempre, uno pone y Dios dispone.
Finalmente la llamé a las ocho de la noche porque ya estaba bastante alarmada. Le pregunté cómo estaba, a o cual me contestó "Bien." 
La escuché rara, como de esas veces que se guarda un notición de los malos. Pero no dije nada porque estaba con mi abuela, su mamá. Llegó casi a las nueve a recogernos de ahí (creo que es importante mencionar que tengo un hermano de nueve años) y solo dijo que tenía un problema con su hígado y que el doctor (mi tío) le ordenó dejar de comer grasas y hacer más ejercicio. 
Yo la conozco, y en ese momento supe que no era todo. Llegando a mi casa, mi hermano se metió a bañar. Fue entonces cuando me lo dijo. Como si nada me miro y dijo "Tengo un tumor." Así de la nada soltó la bomba, y sorprendentemente lo tomé con más calma de la que se imaginan. Me dijo que la iba a operar pronto y que parecía un tumor benigno. También me pidió que no dijera nada porque no quería preocupar mucho a mi abuela y mi hermanito. Y pues que ya íbamos a ver qué pasaba.

Ok, yo sé que nos peleamos mucho y nos decimos de todo. Y sé que a veces la odio y me quiero ir de mi casa. Pero ella es mi mamá. MI MAMÁ. No puedo perderla, no voy a perderla. No sé que va a pasar, no entiendo por qué le pasa éto a ella. Mi mami es de las personas más fuertes, valientes, ingeniosas e increíbles que conosco. Ha pasado por mucho y ha salido victoriosa. Me ha enseñado todo lo que sé, y todavía nos faltan muchas experiencias. No sé que va a pasar, pero sé que mi mami puede con todo.

Me asusta, me asusta muchísimo. "Esperar lo mejor pero prepararse para lo peor," sí, creo que ésto queda.

Con un largo, triste y esperanzado suspiro, me despido.

(Creo que ésto del blog me sirve, me siento un poquitito mejor. Gracias por leérme, si es que alguien lo hace...) 

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